El Premio
reside en mis Actos, no en sus Efectos.
La Recompensa está encerrada en lo
hondo de mi respuesta en esa parte central de mi ser de la que arranca toda acción,
gracias a que los resultados son impredecibles ningún esfuerzo de mi parte está
condenado al fracaso. Incluso un fracaso no tomará la forma que imagino de
antemano.
Ante el futuro puedo decir
" Sera interesante ver qué ocurre”
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