Vistas de página en total

"Bienestar de Nuestra Salud" OLGA CISNERO

31 de octubre de 2013

LA VIDA

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma y aprenderás que amar no significa apoyarse y que compañía no significa seguridad.

Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas.

Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos los caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado.

Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitaras perdonarlas.

Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma.

Descubrirás que lleva años construir la confianza y apenas unos segundos destruirla y que también podrás hacer cosas de las que te arrepientas el resto de tu vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa que es lo que tienes sino a quien tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar a los amigos si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambien. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el hecho de disfrutar su compañía.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de los que hacemos.

Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejor.

Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser y que el tiempo es corto.

Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve.

Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlan y ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada sea la situación, siempre hay dos lados.

Aprenderás que héroes son las persona que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.

Aprenderás que la paciencia requiere de mucha práctica.

Descubrirás que algunas veces la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayude a levantarte.

Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.

Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.

Aprenderás que cuando sientes rabia, tenés derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho a ser cruel con todo lo que puedes, porque hay personas que nos aman pero que no saben demostrarlo...... No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad con la que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos se rompa tu corazón, igualmente el mundo no se detiene para que lo arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que puedas volver atrás, por lo tanto, debes de cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar, que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no podías más.
Es que la vida vale realmente cuando tienes valor de enfrentarla!!!!!

WILLIAM SHAKESPEARE
__________________________

28 de octubre de 2013

- Forcejear Renegar o Aceptar ??


4 formas de aceptar el paso del tiempo


Forcejear, renegar o aceptar? 

La palabra “renegar” me resulta particularmente interesante desde que me detuve a pensar en su conformación: 

“volver a negar”. Y, sí, una de sus acepciones es “negar una cosa con mucho énfasis”. 

Pero la otra es experimentar sufrimiento o fastidio por lo que es: “Reniego mucho con mi trabajo”; “Tener que esperar tanto me hace renegar”.

 Es decir que se invierte una enorme cantidad de energía vital en decir, como un niño que le corre la boca a la cuchara sopera: “No quiero, no quiero y no quiero!!!”.

Lo cierto es que la vida nos impone un desafío cotidiano: darnos cuenta de cuándo estamos “re-negando” por no aceptar lo que es. “Aceptar” no significa resignarse, ser pusilánime, bajar los brazos… Implica, en cambio, ver lo que sí es, tal como es, y alinear la acción (o inacción) en base a ese ver.

Esto implica muchas cosas. Una de ellas es el estar distorsionando lo que percibimos porque no toleramos que sea distinto de los que quisiéramos: a veces negamos (y re-negamos) la inconveniencia de una situación, las características de una persona de quien nos hemos enamorado, o aun rasgos propios, porque no nos disponemos a aceptar que las cosas sean como son, ya que si lo aceptáramos necesitaríamos ubicarnos desde otra perspectiva para considerar esa realidad. 


El hecho es que eso que negamos, es, y, puesto que es, termina aconteciendo cual si tiráramos la ropa hecha un bollo dentro del placar y cerráramos la puerta para no verla: un día abriremos la puerta y se nos vendrá todo encima (así las consecuencias de un rasgo nuestro que no queremos reconocer, una pareja que no era como pretendíamos que fuese, o una situación que deformamos para amoldarla a nuestras expectativas)…

Otra implicancia de no aceptar lo que la realidad presenta es el forcejear con la vida para que lo que es sea como no es; entonces nos debatimos en una estéril lucha contra hechos que no está en nuestras manos modificar (aunque hayamos ya discernido que no está a nuestro alcance cambiarlos). 


Recuerdo una mujer que esperaba tras de mí en la cola del banco leyendo ávidamente una novela de Cortázar, mientras la larguísima fila humana avanzaba muy lentamente. En un momento me miró y le sonreí, diciéndole: 

“Qué bien que aprovecha Ud. el tiempo!” “Sí!”-me respondió, también sonriendo-; “antes renegaba contra el Banco, el empleado y la gente… hasta que me di cuenta de que nada de eso cambiaba la situación.

 Es más: que aprovechaba esta situación para expresar mi actitud de andar siempre refunfuñando por la vida. 

Así que vi que se trataba de mí. Y que eso sí lo podía cambiar. Entonces ahora si quejarme sirve, voy y protesto donde corresponda para solucionar lo solucionable; pero si no lo puedo solucionar, no estoy dispuesta a perderme a mí misma.”

Ese “Si no lo puedo solucionar, no estoy dispuesta a perderme a mí misma” me quedó resonando.


 Pero no sólo para con algo cotidiano como la fila de un banco, sino respecto de las condiciones que la vida nos presenta para lo más radical de nuestra existencia: lo que nos pasa, quiénes somos, lo que sentimos, nuestras circunstancias. Sólo aceptando la vida “bajo sus propias condiciones” (como decía el querido Joseph Campbell) dejamos de forcejear con ella, y, por ende, de desgastarnos en estériles luchas. 

Allí empieza a haber una serenidad profunda, comprenda uno o no por qué es que sucede lo que sucede.

 Es más: puede que desde esa serenidad, -recién entonces-, veamos alternativas diferentes que, en medio del forcejeo o del refunfuño, no habríamos podido advertir.

Cuando aceptamos dejamos de estar detenidos en campo estéril: el proceso continúa.


 Y sobre todo cuando aceptamos que las cosas fueron como fueron, y no según la expectativa que teníamos sobre cómo deberían haber sido.

 Esa aceptación del pasado (lo consumado, lo que ya fue) nos permite poner el corazón alineado con la vida (pues de allí viene la palabra “acordar”, que es una de los significados de “aceptar”). 

Dejamos de re-negar y quizás hasta nos quede espacio para la apreciación y el agradecimiento ante lo que, por estar re-negando, no percibíamos. Como lo dice este texto del español Mariano Corbí que hoy quiero convidarles:

Debes aceptar lo que ha ocurrido y lo que ocurre.

No hay escapatoria; no hay lugar para una esperanza alternativa: lo que es, es.

¿Puedes decir que no ha ocurrido?

No es posible.

Entonces no hay otra salida que aceptar.

Sea el que sea el acontecimiento que se presente.....


19 de octubre de 2013

" Bienestar para Nuestra Salud Olga Cisnero "

" LOS ABRAZOS "




La ciencia del amor

¿Sabías que los abrazos y el afecto pueden reducir significativamente la presión sanguínea y mejorar la salud de tu corazón?

Abrazar a alguien también libera oxitocina, también conocida como la hormona de la felicidad.

Esta oxitocina, es un químico contagioso: 

“Estudios han mostrado que niños con madres que han recibido oxitocina extra, tienen niveles más altos de la hormona, y solo como resultado del comportamiento de la madre”, dice el neurofisiólogo Jürgen Sandkühler, director del Centro de Investigación Cerebral en la Universidad Médica de Vienna.

Un corto abrazo y 10 minutos de tomarse las manos, reduce de gran forma los dañinos efectos físicos del stress, de acuerdo al estudio de la Sociedad Americana Psicosomática. 

Abrazarse también ha sido ligado a la mejora de la memoria debido a menores niveles de stress. 

Abrazarse y mostrar amor es más que emocionalmente saludable para ti, también puede científicamente mejorar la salud de tu cuerpo.

" Meditar "



Practicar meditación regularmente te trae beneficios increíbles, que es importante que conozcas… para incentivarte y comenzar hoy mismo!

1- Reduce notoriamente el estrés

2- Mejora tu autoestima

3- Mejora y mantiene la concentración

4- Aumenta la claridad mental

5- Desarrolla el pensamiento y la visión positiva de la vida

6- Mejora notablemente las relaciones

7- Mejora el organismo en general

8- Previene la depresión, el mal humor y mejora el ánimo

9- Desarrolla la fortaleza interior y la voluntad

10-  Mejoras notorias en el sueño

11-  Aumenta las posibilidades de tomar decisiones

12-  Cambia la perspectiva de las cosas… para afrontarlas de una mejor manera

13-  Provoca relajación física

14-  Potencia la energía positiva

15-  Fomenta la auto comprensión y el diálogo contigo misma

16-  Desarrolla el pensamiento creativo

17-  Mejora la memoria

18-  Disminuye la inhibición

19-  Potencia las habilidades personales

20- Mejora la salud: favorece al descenso de la tensión arterial, el descenso del ritmo cardíaco y otros muchos beneficios

La meditación es una comunicación profunda contigo misma, para la que debes estar preparada… consulta con expertos en el tema, y anímate!

11 de octubre de 2013

Soy Unico



No eres el centro del universo, es verdad, pero eres especial, eres único, irrepetible.

 Cada vez que te mimas, el universo se alegra; y cada vez que te agredes o maltratas, la existencia pierde su rumbo porque eres parte de una totalidad que te incluye. 

Llámalo, Dios, Cosmos, Naturaleza o como sea, no estás solo.

 Quererte a ti mismo es el principal requisito para la supervivencia emocional y psicológica.

 Yo se que a veces te dan "mini odios" personales, que te miras al espejo y te criticas de manera inclemente (poro a poro) o que no te aguantas, pero es lo que tienes: tú mismo al desnudo, con lo bueno y lo malo a cuestas, con toda tu humanidad desbordante.

 La vida no quiere que te arrastres, ni que te humilles ni que te laceres: te quiere digno. 

Autoestima es autogobierno, es adornar la identidad, abrazar el yo sin caer en el ego.

 He ahí la clave del bienestar: gestionarse a uno mismo de la mejor manera posible. 

5 de octubre de 2013

" La Alexitimia "

La alexitimia es el desorden neurológico que consiste en la incapacidad del sujeto para identificar las emociones propias y, consecuentemente, la imposibilidad para darles expresión verbal.

 Se trata de un trastorno muy extendido entre la población: afecta a una de cada siete personas.

 En particular, la Alexitimia se manifiesta en el 85% de los afectados por trastornos del espectro autista.

 Los neurólogos han observado anomalías en una zona cerebral cuya función sería la de vincular el crisol de las emociones con la zona que toma conocimiento de estas emociones, las analiza y las fórmula.

 Los alexitímicos, en lugar de mostrar una actividad cerebral adaptada a la intensidad emotiva de la situación, como es el caso normal, manifiestan una actividad o demasiado débil o demasiado intensa, que perturba la apreciación justa de la experiencia emocional.

 Causas

 La alexitimia se caracteriza por una deficiente 'mentalización' de las emociones: las sensaciones corporales aparecen escasa o nulamente asociadas a estados mentales.

Es verosímil que sus causas hayan de buscarse en los primeros años de la infancia. El niño pequeño, que no posee todavía estados mentales jerarquizados y asociados a conceptos o palabras, aborda el mundo de las emociones por intermedio de su cuerpo.

En un estado posterior, los sentimientos de deseo o de cólera se manifiestan también mediante sensaciones somáticas. Más tarde, llega la edad en que resulta necesario ordenar ese conjunto de sensaciones orgánicas en un todo coherente, aprender que los otros experimentan cosas parecidas y encontrar un código común para identificarlas, tanto en uno mismo como en los demás, para poder convertirse en un ser social y reflexivo.

 Los padres desempeñan un papel importante en esta evolución canalizando con sus palabras las sensaciones físicas hacia la mentalización, esto es, hacia la adscripción de etiquetas a esas sensaciones, que servirán para identificarlas y comunicarlas.

 Estos intercambios lingüísticos es probable que sean determinantes para la formación de amplios repertorios de sensaciones asociadas a palabras o a pensamientos

.En el cerebro infantil, la información pasa desde los centros de percepción de las emociones (el sistema límbico) hasta los centros de categorización, de reflexión, de lenguaje y de percepción auditiva (la corteza).

 Si los padres, por una razón cualquiera (depresión, personalidad frágil, inestabilidad emocional o incluso alexitimia) no le aportan al niño suficientes indicaciones verbales sobre las emociones que experimenta, este puede encontrarse falto de palabras, reflejo de la pobreza de sentimientos identificados.

Es probable que más adelante se refiera sistemáticamente a sus sensaciones corporales, sin lograr que las sensación tenga acceso al nivel de los estados mentales, del córtex, del lenguaje.

 Principales Características de la Alexitima La alexitimia es fundamentalmente la incapacidad para expresar verbalmente las emociones debido a que estas personas no son capaces de identificar lo que sienten, entenderlo o describirlo.

 Se estima que el 8% de los hombres y el 1,8 % de las mujeres son alexitímicos, así como el 30 % de las personas con problemas psicológicos.

Origen del término alexitimia

 Características de la alexitimia

 1. Dificultad para identificar emociones y sentimientos.

 Estas personas tienen problemas para diferenciar una emoción de otra.

Por ejemplo, no saben con seguridad si lo que sienten es miedo o ira. Esta incapacidad no se da sólo respecto a los propios sentimientos, sino que también tienen dificultades para identificar las emociones en los demás (en sus voces, expresiones faciales, posturas).

 2. Dificultad para describir emociones y sentimientos.

 Les resulta imposible describir lo que sienten y describir a otras personas todo lo referente al ámbito subjetivo y de los afectos.

 3. Dificultad para diferenciar los sentimientos de las sensaciones corporales que acompañan a la activación emocional.

 Las emociones suelen ir acompañadas de síntomas fisiológicos, como sudoración, aceleración de ritmo cardiaco, etc. Los alexitímicos atribuyen estas manifestaciones fisiológicas a síntomas vagos o los confunden con la emoción misma.

Cuando siente emociones intensas, esta persona describe simplemente un malestar físico de un modo impreciso.

 4. Reducida capacidad de fantasía y de pensamiento simbólico.

 Suelen tener un pensamiento concreto, con problemas para el manejo simbólico de las emociones. Su forma de hablar es monótona, parca y sin matices afectivos.

Apenas gesticulan ni introducen cambios en el tono de voz, se sientan de forma rígida y su semblante es inexpresivo.

 5. Preocupación por los detalles y acontecimientos externos.

 En su lenguaje apenas existen referencias abstractas y simbólicas, sino que se limitan a describir detalles concretos, sin un tono afectivo.

 6. Utilizan la acción como estrategia de afrontamiento en situaciones de conflicto.

 El modo de resolver un estado emocional desagradable en estas personas, consiste en la realización de conductas directas. Tienen una orientación de tipo práctico y un escaso contacto con su realidad psíquica. Identificar la alexitimia

 La persona alexitímica va a presentar una serie de conductas en su vida diaria que pueden dar una pista acerca de la posible existencia de alexitimia:

 Son percibidos por los demás como excesivamente lógicos o poco sentimentales o amistosos. Tienen problemas para hablar de sus emociones

 Se sienten perplejos por las reacciones emocionales de los demás. Rara vez tienen fantasías. Su reacción al arte, literatura o música es de muy baja intensidad.

 Toman decisiones de acuerdo a datos, sin tener en cuenta los sentimientos. Padecen ocasionalmente alteraciones fisiológicas a las que no encuentran explicación, como palpitaciones, dolor de estómago. ¿Carecen los alexitímicos de emociones? Estas personas no carecen de emociones.

 No obstante, no son conscientes de las expresiones fisiológicas de las emociones o no entienden su significado emocional.

 Es decir, no saben, por ejemplo, que las palpitaciones que están sintiendo se deben a la ansiedad.

Sin embargo, cuando la causa y la naturaleza de la emoción es obvia, pueden tener emociones como cualquier otra persona.

 Las emociones intensas tienden a tomarlos por sorpresa y pueden tener problemas para limitar su expresión. Así, sus escasas manifestaciones emocionales, tienden a ser explosivas, bruscas e incontroladas. 

Alexitmia y trastornos psicosomáticos:

 La alexitimia es más frecuente en personas que tienden a desarrollar enfermedad psicosomática , sobre todo en personas con trastornos por somatización.

También se ha visto en personas con dolor psicógeno, en trastornos por uso de drogas y en personas con enfermedades crónicas. Una persona alexitímica responde fisiológicamente a los estímulos emocionales como cualquier otra persona: los músculos se tensan, el corazón se acelera, etc.

 Al no ser capaz de identificar los sentimientos correspondientes como signos con significado emocional, los interpreta como síntomas físicos de enfermedad.

 Al hacer esto, no toma las medidas necesarias para afrontar adecuadamente la emoción, de modo que dicha emoción, junto con sus correlatos fisiológicos, continúa.

 Este estado de activación fisiológica puede llegar a provocar enfermedad física con el tiempo. Alexitmia y ansiedad crónica Los alexitímicos son propensos a padecer ansiedad crónica.

 Esto es debido, en parte a sus problemas para identificar las emociones correctamente. Incluso en las personas no alexitímicas, las emociones que no se logran identificar o entender correctamente, se perciben como una ansiedad indiferenciada. Esto es más frecuente en los alexitímicos.

 Por otra parte, la incapacidad para tomar decisiones rápidas basadas en las emociones, tienden a crear bastante angustia ante las decisiones personales.
La depresión es también común en estas personas.

 Generalmente suele tratarse de una depresión de tipo somático que la persona no puede explicar o elaborar correctamente. ¿Todas las personas que no expresan sus emociones son alexitímicas?

 Algunas personas no expresan sus emociones debido a que son reservadas, tímidas o como consecuencia de la educación recibida, pero eso no significa que no sepan lo que sienten o que no sean capaces de describir sus emociones cuando así lo deseen.

 El alexitímico, en cambio, no es capaz de expresar sus emociones porque no sabe lo que siente...........

29 de septiembre de 2013

Qué son las Emociones

Tipos de emociones

Las emociones vienen de nosotros, es la manera que respondemos a los eventos. Las emociones no son buenas ni malas. Los tipos de emociones que se generan de una alta autoestima son las que utilizamos en forma positiva. 
Cuando sentimos emociones saludables nos sentimos expandidos, nuestro corazon se abre. 
Cuando sentimos emociones negativas nos contraemos.
Conoce tus emociones para que puedas comprender tus sentimientos y de esta manera vivas tu vida con más inteligencia emocional.
El diccionario lo define como:
  • 1: a el aspecto de la conciencia: sentimiento
  • 2: a una física y psíquica reacción (como ser bronca o miedo) experimentado subjetivamente como un sentimiento fuerte involucrando cambios en el cuerpo para preparlo para tomar acción.
Los tipos de emociones son: emociones positivas y emociones negativas.De donde provienen las emociones

 Digamos por ejemplo que sentimos bronca. En vez de usar esta bronca para planear y hacer una venganza, podemos usar esa bronca para alcanzar una meta.
Diferencia entre emociones y sentimientos

Cual es la diferencia entre sentimientos y emociones?.

 Si estamos recordando algo por ejemplo, unas vacaciones que disfrutamos mucho, estas memorias provocan sentimientos de paz y alegría dentro de nosotros. Estos tipos de emociones serían la expresión de: "Me siento feliz". 

Por otro lado, si estamos recordando algo malo que nos sucedió en el pasado, esto va a provocar agitación dentro de nosotros. La reacción emocional será:" Siento bronca".

Cuando sentimos emociones saludables nos sentimos expandidos, nuestro corazón se abre. Cuando sentimos emociones negativas nos contraemos. 

Nos sentimos mal, perdemos vitalidad, no tenemos energía para tener una autoestima saludable, necesitamos saber como cuidarnos a nosotros mismos y que es lo que necesitamos para sentirnos bien. 

Si negamos nuestras emociones no vamos a poder cuidarnos a nosotros mismos. No podemos negar nuestras emociones, ni tampoco podemos evitarlas. Pero siempre podemos buscar maneras de transformarlas en emociones saludables.

Como evitamos sentir nuestras emociones

Existen algunos mecanismos internos que nos mantienen alejados de nuestras emociones. De acuerdo a John Bradshaw (Sanando la verguenza que te ata) dice lo siguiente:

  • Negación y Fantasía: Cuando las personas se encuentran amenazadas, niegan lo que esta sucediendo, o niegan el dolor que sienten.
  • Adormecerse: no sentimos nuestras emociones Tensamos los músculos, cambiamos la manera de respirar y fantasiamos sobre nuestro abandono.
  • Disociación: Es una forma de adormecerse instantáneamente. Involucra negación y regresión pero incluye fuertes elementos de imaginación para distraernos.
  • Despersonalización: Es la pérdida de la conciencia. Nos experimentamos a nosotros mismos como un objeto.
Generalmente no somos consientes de estos mecanismos. La mejor manera de entender nuestros sentimientos es a través de tomar conciencia en el momento presente.

"La clave para transformar nuestros corazones y mente es tener un entendimiento de como nuestras emociones y pensamientos funcionan. 

Necesitamos aprender a identificar ambos lados de nuestros conflictos. 

Con la bronca, por ejemplo, necesitamos ver cuan destructiva es la bronca y al mismo tiempo darnos cuenta que hay antídotos dentro de nuestros pensamientos y emociones que podemos usar para contrarrestarla.

 Entonces lo primero, es entender que los pensamientos y emociones aflictivos son destructivos y negativos, y segundo, tratar de fortalecer nuestros pensamientos y emociones positivas, que son los antídotos. 

De esta manera podemos gradualmente reducir la fuerza de nuestra bronca." Dalai Lama

25 de septiembre de 2013

El enfado


La mayoría de las personas pasamos demasiado tiempo enfadadas, aunque sean sólo explosiones cortas de un grito o dos, pero reiteradas. 
Nos enfadamos con los hijos, con los amigos, con la pareja, con el trabajo, con la vida. Y el enfado es como una batería que se va cargando, cada vez coloca a las partes en posiciones más enfrentadas y hace nuestros esfuerzos más ineficaces. Por si fuera poco, tiene una incidencia directa en un amplio abanico de enfermedades -incluidas las del corazón, presión arterial y otras. 

El enfado supone una negación de la realidad, que no nos gusta y nos hiere. Nos duele como un golpe y reaccionamos con rabia y con agresividad -si podemos, hacia fuera, y si no podemos exteriorizarla, hacia dentro. En cualquier caso, siempre que nos enfadamos algo se altera dentro y reaccionamos atacando en una actitud de defensa. 

El problema es que esa supuesta defensa, contra quien primero arremete es contra nosotros mismos, ya que se trata de una emoción con incidencia directa en nuestro estado físico y mental. Como el odio, el enfado es "como una piedra ardiendo que a quien primero quema es a quien la lanza". Nos enfadamos en relación directa al nivel de nuestras exigencias y nuestras expectativas. Y, por el contrario, es inversamente proporcional a nuestro nivel de aceptación. La frecuencia de nuestros enfados nos proporcionan, pues, una pista clara de nuestra capacidad de tolerancia y aceptación; asimismo, el objetivo de nuestros enfados identifica nuestros puntos flacos emocionales y cuáles son las personas y situaciones en las que deseamos ejercer un mayor control.

Por ejemplo, hay personas que tienen una relativa paciencia en los conflictos laborales y difícilmente pierden la sonrisa con sus amistades y, sin embargo, cuando están con sus hijos, o con la pareja, las explosiones son frecuentes y el grito fácil. Esto no significa que sus hijos o su pareja le traten peor que el resto del mundo -si bien generalmente el enfado va asociado a la auto compasión, la victimización y una idea latente de injusticia contra la que nos rebelamos


Sin embargo, por mucho que insistamos en culpabilizar al objeto de nuestros enfados, el mensaje claro que deberíamos observar es que tenemos un conflicto de aceptación con esa persona o situación en concreto, y más profundo cuanto mayor es la intensidad de nuestro enfado.


El primer test que deberíamos plantearnos consiste, por consiguiente, en detectar las personas o situaciones con las que nos alteramos con más frecuencia.

Si la respuesta es "todo" (las obras en la calle, la escuela de nuestros hijos, los tics de nuestra pareja, o de nuestra ex pareja, el carácter de nuestros hijos, las "traiciones" de nuestras amigas ), significará que necesitamos una buena dosis de reflexión y, probablemente, cierta ayuda externa (libros de filosofía o autoayuda, técnicas de relajación...) que nos posibiliten una perspectiva más abierta y nos aporten una buena dosis de amor para mirar y relacionarnos con el mundo que nos rodea.


Si, por el contrario, los objetos de nuestro enfado son pocos y claramente identificados, nos estarán señalando los puntos flacos de nuestra inteligencia emocional. Lo que más nos duele. Lo que no controlamos y queremos desesperada mente dominar.

Otra pista clara que nos presenta la frecuencia e intensidad de nuestros enfados tiene relación con el tamaño de nuestro ego. Cuanto más grande es nuestro ego, más inflado y gigante, más fácil es que cualquier acontecimiento lo perturbe. Cualquier movimiento exterior puede tocar su sensible piel en carne viva. 
Un gesto de disgusto de alguien es considerado una ofensa (sin pensar que esa persona puede tener un millón de motivos presentes en su vida, aparte de nuestra mera presencia); una mirada puede resultar hiriente, todas las palabras, gestos o actitudes de nuestro entorno pueden entrar en confrontación con un ego demasiado hinchado al que todo le toca.
El filósofo tolteca Miguel Ruiz nos recuerda, en uno de sus cuatro acuerdos, la importancia de "no tomarnos nada personalmente". Cada persona vive su vida como una película en la que ella es la protagonista y el resto son meros figurantes. Cada cual intenta resolver sus miedos, sus carencias  y sus pequeñas miserias lo mejor que puede, y sus reacciones ante el mundo y ante la vida tienen más que ver con eso (con sus miedos, frustraciones y, finalmente, con su propia búsqueda) que con nosotros, pobres figurantes que simplemente pasábamos por ahí.

No somos tan importantes, o tan gigantes, o tan presentes en la vida de todo el mundo como para que cualquier cosa que digan, miren, piensen o sientan tenga que ver precisamente con nosotros. Desde el momento en que comprendemos esto (que cada persona está en su propia búsqueda, afrontando unos problemas y unas limitaciones concretas en cada momento dado, y resolviéndolo lo mejor que puede) nos sentiremos menos afectados personalmente por las opiniones o actitudes ajenas. Y probablemente haremos uso de una paciencia más sincera, y sin esfuerzo, asentada en la comprensión y el amor.

Porque al fin y al cabo, ¿no es ésa la propia historia personal, la de cualquiera? El crecimiento es como un parto difícil, una retahíla de contracciones dolorosas, que cada cual vive a su manera. Y en cada una de ellas, a veces perdemos las formas.
 Cuando sentimos las consecuencias del enfado (la presión alta, dolor de cabeza, la garganta irritada tras los gritos y, sobre todo, el aplastante peso del mal rollo, la culpa y la ausencia de amor), a menudo nos preguntamos, ¿por qué es tan difícil controlarlo? ¿Por qué se me va de las manos por mucho que me proteja y me empeñe en que "esta vez no me desbordará", que "esta vez tendré paciencia y mantendré la calma"? 

El maestro budista Kelsang Gyatso considera que la respuesta está en que nuestra paz interior es muy débil, por lo que nos supone un gran esfuerzo alcanzarla, aun momentáneamente, y mucho más mantenerla. Por el contrario, todas las causas de rechazo y sufrimiento que hemos establecido en nuestra mente (ego, apegos, competitividad, territorialismo, exigencias...) son muchas, muy diversas y muy fuertes, presentándonos continuas oportunidades de dolor y frustración.
Nuestros hábitos cotidianos de pensamiento, palabra y comportamiento afianzan continuamente nuestras tendencias más destructivas mientras que el supuesto objetivo primero y prioritario de felicidad/paz interior se pierde en el camino y nos desentendemos de él. Y lo desatendemos.
 Cuando reprimimos los sentimientos, las emociones o los pensamientos, no dejamos de sentirlos. Una amiga nos dice algo que nos molesta profundamente y callamos para evitar el conflicto. 

Reprimimos un impulso que podría conducirnos a una situación de conflicto que no deseamos, pero no lo controlamos, porque el sentimiento está ahí (nos molesta), y probablemente siga estando con más fuerza, calentándose como una olla a vapor conforme surgen reiteradamente situaciones similares que nos dolerán cada vez más y más, hasta que llega el momento del estallido. Momento que siempre llega, ya sea hacia fuera (con toda la larga lista de resentimientos archivados) o hacia dentro (con dolores de cabeza, insomnio, gastritis y alteraciones varias de la salud).
El control, por otra parte, no implica represión ni dolor alguno. Podemos callar o podemos responder ante el supuesto "ataque" de nuestra amiga, pero no hay molestia ni dolor si simplemente comprendemos y aceptamos. Si no sentimos la herida, probablemente lo que digamos, con amor, no será hiriente. En ese momento en que realmente controlamos nuestra mente (nuestros pensamientos, nuestras emociones) no experimentamos dolor, y por lo tanto no hay nada que reprimir. Y consecuentemente, no hay motivo para el enfado.

El arte de "pensar mejor para vivir mejor" consiste en el arte de controlar nuestro pensamiento (y por consiguiente nuestras emociones) sin olvidar en ningún momento nuestro objetivo prioritario (ser felices, nuestra paz interior). Con la práctica acaba convirtiéndose en una actitud espontánea y sin esfuerzo. Y ya no hay nada que controlar. Ni mucho menos reprimir.


Nuestra tarea en la vida es aprender a amar. Y los ingredientes más útiles para aprobar la asignatura residen en la comprensión y la aceptación". Christine Longaker.










15 de septiembre de 2013

Conciencia Limpia

Cuando uno tiene su conciencia limpia se siente mejor, sin necesidad de ser aprobado/a por los demás. 
Mantente al margen de lo que tu crees que se necesita mejorar en tu vida, no te preocupes por la vida de los demás al menos que necesiten un consejo o tu ayuda y te lo pidan y estén dispuestos/as a dejarse ayudar. 
Mientras estés en paz contigo mismo/a, lo que digan los demás no necesariamente es tu problema, sino de ellos mismos/as.



14 de septiembre de 2013

Inteligencia Emocional


Para qué sirve conocerse a sí mismo? 

A primera vista parecería que nuestros sentimientos son evidentes para nosotros; sin embargo, se ha podido comprobar que muchas personas viven su vida como autómatas o sonámbulas. 

No conocen su realidad interior, sus necesidades reales, sus verdaderos sentimientos, aspiraciones y motivos. 

No saben qué es lo que las lleva a reaccionar de una forma determinada, muchas veces sorprendente para los demás -y aun para ellas mismas- o son incapaces de reconocer qué sentimiento confuso es el que les hace “amargarse la vida”. 

En otras palabras, son como extraños para sí mismos.

 El conocer nuestros procesos internos es de gran importancia, y para ello, debemos aprender a desarrollar dos habilidades en particular: - saber identificar nuestras emociones; es decir, distinguirlas con la mayor claridad, tratando de diferenciar, en cuanto nos sea posible, unas de otras, y - saber mencionarlas por su nombre; decirse a usted mismo: “Estoy triste”, “tengo ira”, “siento vergüenza... ,culpa...”, etc.


Un día, por ejemplo, usted presenta un síntoma físico preocupante; consulta a su médico quien, según su percepción, parece intranquilo; le ordena una serie de exámenes , advirtiéndole que sólo con los resultados podrá decirle de qué se trata. 


Por supuesto, usted está impaciente por saber qué le pasa, y temeroso por la perspectiva de que sea algo grave.

 Por esos días, y sin haber tomado conciencia de sus emociones, comienza a ser intolerante con sus subalternos y con sus hijos, a tener enfrentamientos constantes con su jefe, sin advertir que, en realidad, lo que le sucede tiene que ver más con su estado interior de miedo. 

Si se analiza a sí mismo y se hace consciente de que lo domina la emoción del temor, miedo hacia esto o aquello que me puede estar sucediendo”. Esa capacidad de observarnos, y de conocer nuestros procesos internos, es la base de la Inteligencia Emocional.
________________________________

Cerrando Ciclos


Hay tres maneras en que termina un episodio en nuestras vidas. 

Una de estas maneras es cuando el episodio termina como esperábamos que iba a terminar.

 En otros casos termina mejor de lo que esperábamos y ahí es cuando decimos que el evento en nuestra historia tuvo un final feliz.

 Otras veces estos episodios terminan de una manera que no lo esperábamos y no necesariamente como queríamos que terminara.

Los finales felices, son triunfos que guardamos en nuestra memoria por siempre pero también recordamos los que no tuvieron un buen final. 

Ejemplos de finales felices son casi siempre metas cumplidas, como cuando las personas se casan, se gradúan  llevan a cabo un embarazo hasta el nacimiento, alcanzan ese trabajo que siempre desearon, en otras palabras culminan sus metas exitosa mente.


Tambien hay otras etapas en las cuales simplemente se cerramos un ciclo. 


En esta categoría caen, los noviazgos truncados, los divorcios, una amistad que se rompe, un embarazo que se interrumpe, un carro que se pierde en un accidente, un trabajo que se pierde, o una carrera que se descontinua. 

Otros casos los cuales son los mas difíciles de enfrentar y estos son los casos en los que las personas que se ven forzadas dejar ir algo de lo cual no desean desprenderse.


 En estos casos incluimos la partida de un ser querido a tierras lejanas, la muerte de un familiar querido, una enfermedad terminal, la muerte de una mascota o una mala practica en una cirugía

Los finales son finales al fin y al cabo, unos son dolorosos, mientras que otros simplemente cierran un ciclo pero los mejores son los que honran las palabras en el final de los cuentos infantiles que dicen "y fueron muy felices para siempre'.

10 de septiembre de 2013

"EL ORGULLO"

Había una vez un león que se despertó y comenzó pavonearse a través de la selva. 

Decidió asegurarse que todos los animales supieran quien era el rey : paso por alto los animales mas chicos.

Se le acercó al oso y con un rugir le preguntó: ¿Quién es el rey de la selva? - Tú, señor León, tú eres el rey de la selva. Llegó con la jirafa y con un rugir le preguntó: ¿Quién es el rey de la sel...va? - Todo mundo sabe que tú señor León eres el rey de la selva.  

Llegó con el elefante, y con un rugir le preguntó: ¿Quién es el rey de la selva? 
 El elefante lo enroscó con su trompa, le dio seis vueltas en el aire, lo azotó cuatro veces contra un árbol, lo azotó siete veces contra el suelo, lo hundió en el lago por tres minutos y lo aventó a la orilla...El león todo moribundo y moreteado, como pudo se puso de pie y con los ojos llenos de sangre le dijo "Mira elefante, solamente porque no sabes la respuesta no tienes porque enojarte". 

El poeta Italiano, Antonio Porchia dijo "Si no alzas la vista creerás que eres el punto más alto". La realidad de las cosas es que el orgullo tiende a tocarnos a todos: Al rico, al humilde, al culto, al fuerte, al vigoroso, al atractivo, al exitoso, al poderoso, al afamado, y al religioso. 

Todos podemos llegar a creer que somos autosuficientes. “Recordar que al terminar el juego, el rey y el peón, vuelven a la misma caja”. Recordar que el orgullo es la adoración del YO; Lo que yo soy, lo que yo tengo, lo que yo hago. 

Cuando estamos llenos de orgullo aniquilamos la alegría, ya que la alegría y el orgullo no son compatibles. Como puede ver, el orgullo siempre hace comparaciones superficiales y es por eso que es destructivo. 

El orgullo está en el núcleo de cada pelea, de cada discusión, de cada desacuerdo, y de cada división. - El orgullo destruye la capacidad para amar.

El orgullo propicia ideas de exclusividad en vez de aceptar a los demás.

El orgullo lleva a criticar en vez de servir.

El orgullo roba la alegría y la felicidad.

El orgullo envenena nuestra perspectiva.

El orgullo ciega nuestra objetividad. 

Cuando somos orgullosos no podemos pensar bien. 

No podemos evaluar objetivamente lo que nos rodea.

El orgullo no nos deja ver las cosas claramente para tomar buenas decisiones. -Sinónimos de orgullo: suficiencia, soberbia, altivez, endiosamiento, engreimiento, ínfulas, vanidad, pedantería, postín, presunción, arrogancia, petulancia, soberbia -Antónimos: humildad

Sinceridad..no es solo palabras!!

Sinceridad..no es solo palabras!!

El Amor..

El Amor..

Olga Cisnero

Olga Cisnero
Coach Ontológico Profesional- Avalado por FICOP

El Poder de la Respiración

El Poder de la Respiración

Camino..

Camino..

Que te Falta??

Que te Falta??

Crees en la Magia!!

Crees en la Magia!!

Coach Ontológico Profesional- Olga Cisnero

Coach Ontológico Profesional- Olga Cisnero

Como son tus Relaciones?

Como son tus Relaciones?

Las Circunstancias....

Las Circunstancias....
Olga Cisnero

Dalai Lama

Dalai Lama